La búsqueda de soluciones innovadoras a partir de la gastronomía se ha convertido en el último leit motiv para fomentar el emprendimiento en el mundo de los fogones en Basque Culinary Center. Un proyecto en el que también ha colaborado Telefónica junto a diferentes expertos internacionales.
El futuro ya es presente
Gastronomía, tecnología e innovación. Son los tres ingredientes que han compuesto la última receta de Basque Culinary Center. Una mesa de debate donde se ha constatado que la innovación y el futuro ya son cosa del día a día tras los fogones.
El objetivo de este debate multidisciplinar es descubrir nuevas sinergias, nuevas formas de colaborar partiendo del sector gastronómico para tocar otras disciplinas.
Una jornada en la que han participado diferentes ponentes internacionales expertos en múltiples campos liderados por Joxe Mari Aizeaga, Director General de Basque Culinary Center.
El emprendimiento, clave para liderar los retos a futuro
“Think Gastronomy” en Basque Culinary Center se ha convertido en la mejor pizarra para debatir y compartir puntos de vista desde el plano social, territorial, tecnológico, gastronómico y también deportivo.
Miguel Arias, director global de Emprendimiento de Telefónica, ha compartido su proceso de aprendizaje dentro del mundo del emprendimiento, resaltando la importancia de sentir pasión por los proyectos y de crear negocio conjunto con emprendedores y startups.
Una pizarra con hueco para la solidaridad
“Think Gastronomy” se ha convertido también en el mejor escaparate para proyectos como el “Refugee Food Festival”, una cita gastronómica de apoyo a los refugiados creada para visibilizar la labor y habilidades de cocineros y chefs refugiados de distintas partes del mundo, que les facilita el acceso a puestos de trabajo en los países de destino. El proyecto recibió el Premio de ACNUR a la Innovación dirigida al Usuario, así como el Restaurant Awards al mejor evento del año.
En representación de Harvard Innovation Lab, el experto Michael Raspuzzi, fundador de Culinary Labs, ha intervenido para mostrar una iniciativa que persigue construir la primera plataforma de nutrición y sabores personalizados.
Lo define como “computational cooking”, y se basa en el uso de datos y análisis molecular para crear una experiencia gastronómica personalizada.
Judith Amores, de MIT Media Lab, ha presentado parte de su trabajo, basado en el desarrollo de un collar computacional olfativo, denominado “Essence”.
Un aparato que puede ser controlado a través de un Smartphone y que consigue hacer variar la intensidad y frecuencia del olor liberado basado en datos biométricos y de contexto del usuario con el objetivo de influir en las emociones y comportamientos.
Un proyecto, múltiples ramas donde gastronomía, diseño, tecnología y responsabilidad social son ya un mismo ente que ya está cambiando el mundo.