Cuando compramos un jamón ibérico o bien nos lo regalan, debemos tomar en cuenta una serie de recomendaciones para conservar nuestro jamón ibérico en unas condiciones óptimas para su consumo en todo momento.
Es muy común cometer pequeños errores que, sin darnos cuenta, pueden echar a perder un jamón de buena calidad.
Empezando desde guardarlo en un lugar poco apropiado para su conservación, como olvidarnos de protegerlo cuando hemos terminado de cortar y servir nuestro jamón.
No obstante, es necesario seguir unas pautas distintas, en función de si queremos conservar el jamón un tiempo sin empezarlo, o si, por lo contrario, decidimos cortarlo y guardarlo una vez empezado.
Conservar un jamón antes de cortarlo
Si estás pensando en comprar un jamón ibérico y guardarlo para una ocasión especial, puedes mantenerlo en casa durante dos meses y se seguirá conservando en perfecto estado.
El primer paso es sacar el jamón del envoltorio original con el propósito de que pueda respirar, de este modo, evitamos que se pueda crear moho. No obstante, el moho es parte del proceso de curación del jamón, ya que es la manera natural de expulsar la humedad hacia fuera. En el caso de encontrarlo en el jamón ibérico es suficiente con limpiarlo bien con un trapo y frotar el jamón con la propia grasa de este.
A continuación, debemos elegir alguna zona de la casa que disponga de un lugar fresco y seco para colgar nuestro jamón ibérico, donde no le pueda dar la luz del sol y no haya cambios bruscos de temperatura. Es fundamental mantener el jamón a una temperatura de entre los diez y quince grados para una mejor conservación.
El proceso de conservación de un jamón empezado
A la hora de guardar nuestro jamón empezado hay que tener presente varios aspectos para que se mantenga en perfectas condiciones y nos dure el máximo tiempo posible.
Por ello es indispensable seguir las recomendaciones que a continuación exponemos.
En Arturo Sánchez, aconsejamos que una vez cortado nuestro jamón, lo mantengamos en el jamonero, siempre en un lugar seco y lejos de cualquier fuente de calor. Inevitablemente, el paso del tiempo hace que nuestro jamón vaya perdiendo cualidades. Por lo tanto, una vez realizado el primer corte, lo ideal es consumirlo lo antes posible.
Nuestra recomendación es que no transcurra más de un mes en su ingesta.
Un factor a tener en cuenta al empezar a cortar nuestro jamón es la estación del año en la que nos encontremos, puesto que este no se conservará del mismo modo en los meses de verano como en los de invierno. Al tratarse de un producto muy delicado y sensible con los cambios bruscos de temperatura, es imprescindible mantenerlo siempre en un sitio donde no se vea afectado por este motivo.
Centrándonos en el momento de cortar nuestro jamón, empezaremos a cortar en la parte de la maza, por la parte más alta, y quitaremos la cantidad justa de grasa. Para que el jamón se mantenga en perfectas condiciones. La grasa ayuda a conservar la humedad natural de la carne y sirve de protección para el jamón, además de mantener la salinidad y el sabor. Si nos excedemos cortando la grasa de los laterales dejaremos a nuestro jamón totalmente desprotegido, y como consecuencia terminará por secarse más de lo preciso.
Otro punto importante respecto a la grasa del jamón, es no utilizarla para tapar el jamón, ya que esta tiende a enranciarse y le aportará malos olores al jamón, afectando también a su sabor.
Lo más recomendable es ir cortando el jamón ibérico conforme vayamos consumiendo las lonchas en el mismo momento, ya que cuando el jamón está recién cortado es cuando mejor se puede apreciar su sabor tan exquisito.
Igualmente, es posible dejar cortado parte del jamón, y guardarlo para consumirlo en otro momento. En este caso aconsejamos guardar las lonchas en sobres envasados al vacío para que conserve en perfecto estado.
¿Cómo tapar un jamón empezado?
Una vez expuestas las precauciones necesarias para la conservación del jamón empezado, ahora profundizaremos en cómo tapar el jamón una vez abierto. Este punto es uno de los más importantes, ya que repercute directamente en la conservación del estado del jamón y evita que éste se reseque, le cambie el sabor o incluso pierda sus cualidades. Aquí es dónde más se suele dudar en qué método emplear y dónde se suele cometer varios errores.
Desde Arturo Sánchez aconsejamos cubrir el jamón con un film transparente al terminar de cortar, siempre y cuando, se vaya a seguir cortando el jamón a corto plazo. De esta manera conseguimos mantenerlo bien protegido del exterior y de cualquier indeseado insecto, hasta que llegue el momento de volver a consumir nuestro jamón.
Sin embargo, si lo dejamos mucho tiempo tapado con el film, este hará de barrera para expulsar el sudor natural del jamón, y como consecuencia, provocará que se genere moho en la zona del corte. Esto es algo que tenemos que evitar a toda costa para que nuestro jamón no se eche a perder. Por lo que, lo correcto sería cambiar el film que cubre nuestro jamón de manera continuada.
Asimismo, haremos una pequeña limpieza en la zona de corte con la ayuda de nuestros dedos, untándonos ligeramente con aceite de bajo oleico y volveremos a cubrir el jamón con el film transparente. No es recomendable el uso de paños para cubrir nuestro jamón ibérico, pues transmiten olores indeseados, además de cambiarle el sabor.
Sin lugar a dudas, todo son ventajas al disponer de un jamón ibérico en casa. Se acabaron las excusas a la hora de decidir si comprar o no una pata de jamón. A partir de ahora ya pueden disfrutar de su jamón ibérico sin miedo a que se estropee o a que pierda su delicioso sabor con el paso del tiempo.
Estamos convencidos de que siguiendo todos nuestros consejos y recomendaciones podrá degustar un jamón de primera calidad, con el mismo sabor y textura del primer día.