Tras la caída de la canícula, llega la temporada clave para el sector ibérico: la montanera 2019. La dehesa es el escenario principal en el que los cerdos Arturo Sánchez pasan dos largas montaneras. Una credencial que garantizará el completo desarrollo óseo e intramuscular que caracteriza a nuestros cerdos ibéricos.
Primeras lluvias de otoño, vuelve la bellota
Llega la nueva estación con sus precipitaciones y con ella, la bellota comienza a caer en las dehesas, hábitat natural del cerdo ibérico durante la montanera, su etapa de alimentación de bellota y hierba.
Las primeras en caer son las bellotas de los quejigos, posteriormente las de las encinas y finalmente las de los alcornoques. Las propiedades nutricionales de este fruto son inmensas, comenzando por su enorme potencial en hidratos de carbono. Es más, entre un 60 – 70 % de su materia seca lo constituye este nutriente, al que le siguen los lípidos (ácidos grasos), la proteína, taninos (sustancias amargas), calcio o potasio.
Montanera 2019: un avance
Pródiga en bellota. Este podría ser el avance de la montanera 2019, tras un lluvioso final de verano. Un prólogo interesante para esta etapa crucial para el cerdo ibérico, que comenzará a ganar peso entre finales de octubre y principios de noviembre.
La previsión para este año es que haya mucha bellota de encina. Los árboles están ya muy cargados de este fruto por lo que, si llueve tal y como parecen indicar las previsiones (sin lluvias torrenciales ni granizo) todo apunta que la de 2019 será una de las mejores montaneras de bellota de encina de los últimos años.
La montanera 2019 en Arturo Sánchez
Frondosas y escarpadas. Son dos de los atributos principales de las dehesas en Arturo Sánchez, donde los quejigos, las encinas y los alcornocales forman el engranaje perfecto que alimentará a nuestros cerdos ibéricos. La dehesa norte de Sevilla y del sur de Extremadura serán desde ahora hasta entrada la primavera, el principal escenario de nuestros ibéricos.
Una de nuestras credenciales cuando hablamos de la montanera es el espacio con el que cuenta cada uno de nuestros cerdos ibéricos en la dehesa, entre 2 y 3 hectáreas.
¿En qué se traduce esto? En una dehesa abierta y llena de recursos para nuestros cerdos ibéricos, que, al contar con más espacio libre para su completo desarrollo, nos aseguramos los recursos suficientes para la alimentación de los animales durante dos montaneras completas. Además, concienciados día a día con un mayor cuidado del medio ambiente.
Una despensa natural, garantía de excelencia
Más espacio para desarrollarse garantizará una vida 100% activa para nuestros cerdos ibéricos. Esto se traducirá en un desarrollo muscular y esquelético completo, hasta alcanzar los 24 meses de vida, cuando la Ley del Ibérico contempla un mínimo de 14 meses.
La dehesa y sus recursos serán el hábitat del animal durante la primera montanera (que tiene lugar de enero a marzo, cuando el cerdo ibérico cuenta con unos 7 u 8 meses de vida). Dos meses en los que el cerdo ibérico se preparará para la segunda, la verdaderamente importante.
Esta segunda etapa se produce cuando el cerdo ibérico ya tiene un año y medio de vida. Un contexto en el que ya está plenamente desarrollado y preparado para ingerir más de diez kilos de bellota diarios.
Todos ellos ´ingredientes´ decisivos para nuestro proceso de elaboración de los diferentes ibéricos Arturo Sánchez, que configuran, año a año, nuestra cadena de valor.
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