Mujeres cocineras. Desde que saltara a la palestra el grito de ‘Me too’, todos los sectores profesionales se acogieron con más fuerza que nunca a una lucha que en realidad ha sido legendaria.
En plena cuenta atrás para celebrar el Día de la Mujer, este grito se escucha más alto en la gastronomía, un sector donde cada vez hay más mujeres que se abren hueco, combinando alta gastronomía y lucha por una visibilidad justa.
Grandes nombres para un reivindicación épica
Desde la nueva cantera en la cocina hasta las grandes referentes en este sector, cada
vez son más las mujeres cocineras que hacen de la chaquetilla todo un arte.
No solo por ser grandes virtuosas en la cocina, sino también por ser portavoces de una lucha que ha existido siempre pero que comienza a tener visibilidad ahora.
Una de las mujeres cocineras es Maria José San Román, chef del Restaurante Monastrell en Alicante y que atesora una Estrella Michelin y dos Soles Repsol.
Embajadora del azafrán, del aceite de oliva y del arroz, esta embajadora del producto Arturo Sánchez es también portavoz de Mujeres en Gastronomía (MEG), la asociación que nacía a finales de 2018 en su restaurante y que día tras día pone en valor el talento femenino en un sector donde la visibilidad de la mujer nunca ha estado lo suficientemente reconocida.
Mujeres cocineras en una lucha que abarca todas las edades
Otra de las mujeres cocineras ya referentes en el sector es el de Begoña Rodrigo.
La chef del restaurante La Salita (Valencia) también forma parte de Mujeres en Gastronomía y es uno de los nombres siempre presentes cuando se trata de reivindicar a la mujer en la alta cocina.
Pepa Muñoz, chef de El Qüenco de Pepa (Madrid), es otro de los baluartes imprescindibles en cualquier ocasión donde chaquetillas y mujeres van de la mano.
También vinculada a la filosofía Arturo Sánchez, Pepa es una de las chefs a nivel nacional que mejor ha defendido la vuelta al origen, a la huerta y el producto kilómetro 0 en cada mesa.
Virtudes que no entienden de género
La reivindicación del talento femenino con motivo del Día de la Mujer es hoy material de inspiración que sirve a cada mujer cocinera para innovar en su día a día.
Nombres como María Solivellas o Carme Ruscalleda son otro buen ejemplo de cómo en la agenda diaria de una chef ya ocupa el mismo protagonismo la búsqueda de la calidad y de la igualdad.
El apoyo de los chefs hombres es clave en esta lucha que ha alcanzado cada rincón del planeta, grandes compañeros tanto en la cocina como a la hora de derribar los famosos techos de cristal y cada una de las barreras de género.
Un sector, el de la gastronomía, que puede presumir de representar el lema de Mujeres en Gastronomía y que se ha convertido en un lema global: Mujeres cocinando el cambio.