El verano 2019 ha empezado en Arturo Sánchez con una invitación. La del chef Manuel Alonso a su templo, Casa Manolo, una oda al universo ibérico en el corazón de la Comunidad Valenciana.
Mar y montaña unidos por el legado Arturo Sánchez
¿Cuántas posibilidades de maridaje ofrece un ibérico de dos montaneras con los productos del mar Mediterráneo?
Para Manuel Alonso, todas las que el mar le inspire. Una creatividad que día a día traslada a sus platos en Casa Manolo, su restaurante (una Estrella Michelín) a pie de playa, en Daimús.
Platos que reflejan el legado y saber hacer de dos casas, la suya (donde el producto marino ´kilómetro 0´ es una premisa) y la de su ´familia del interior´, Arturo Sánchez.
Un vínculo que se complementa año tras año con las nuevas creaciones del chef valenciano, junto al legado familiar de Arturo Sánchez.
Manuel Alonso nos recibía a principios de julio en su casa, enfundado en su chaquetilla y con todo dispuesto para contarnos qué hay detrás de cada maridaje entre el mundo marino y el producto Arturo Sánchez.
Emplatados con sabor a sal y a bellota
La presencia de la doble montanera que caracteriza el ´legado Arturo Sánchez´ es uno de los imprescindibles de la carta en Casa Manolo.
El plato que dio la bienvenida a esta visita de la dehesa al Mediterráneo fue el ´Bocata de jamón ibérico´, sencillez y elaboración a partes iguales donde destaca el almíbar con agua de mar, H2O y zumo de limón.
Las elaboraciones continuaron por un ´Mogote de cerdo con hierbas frescas´, donde el punto final vino con el picante GochuJang.
Otra de las preparaciones fue el famoso ´Arroz ibérico con tomate especiado y albahaca´, característico por su melosidad y su punto final a base de panceta 100% ibérica Arturo Sánchez.
A estos emplatados siguió otra de las recetas frecuentes en Casa Manolo a partir del producto Arturo Sánchez: el ´Pulpo y papada con puré de chirivía, cebolla quemada y cítricos´, una de las elaboraciones que mejor refleja esa combinación del mundo marino con la dehesa.
Junto a él, el ´Rabito ibérico Arturo Sánchez con gamba´ es otra de las combinaciones con las que Manuel Alonso recibió a su ´familia ibérica´, que hizo de Daimús su casa durante dos días.
Casa Manolo, donde cocinar es hablar de raíces
Quien entre al mediodía a Casa Manolo se topará día a día con aquel matrimonio que trasladó su pasión por los fogones hasta Daimús.
Era 1985 y Manolo y Matilde, padres de Manuel, llegaron hasta este pueblo pesquero de Valencia para quedarse.
Allí Manuel creció rodeado de mar con los cinco sentidos, disfrutándolo también desde el paladar. Primero como maitre y finalmente como chef del restaurante, Manuel Alonso comprendió muy pronto que su potencial iba ligado a su amor por la familia y por las cosas bien hechas desde el principio.
Hoy, casi 35 años después, ese espíritu de arraigo a la tierra y de homenaje a aquellos padres que le inculcaron la profesión, se respira en cada rincón de Casa Manolo, un lugar salpicado de recuerdos y sabiduría, al ritmo al que se mueve el ´buen hacer´ de la profesión.